jueves, setiembre 9

Mistura 2010


Este año fui a Mistura, fui dos veces, por lo que se puede deducir que sigo pensando que Mistura es una gran idea. Me desesperó no encontrar entradas en pre-venta (de verdad la pre-venta es la mejor manera de ir a Mistura), y me desespero aún más hacer una cola interminable para conseguir una entrada, pero tuve suerte y alguien más me compro una entrada, y entre feliz... a hacer una que otra cola adentro.
Las colas para conseguir entradas si que eran gigantescas, y tal vez son lo peor, pero tampoco se puede vender a diestra y siniestra, no deberían, ya que eso de vender a diestra y siniestra crea el otro mal de las largas colas: los revendedores. Estos seres inescrupulosos que lucraban con la esperanza de entrar a Mistura (y con el hambre de la gente).
Las colas eran un crimen, revender era un crímen. Pero bueno, entre, y me encantó la versión 2010, más ordenada, más restaurantes, más mesas. La gente dirá que para que voy a hacer cola, comer parado, por que hay tanta gente, por que hay ese tipo de gente aquí, etc. Pero es ridículo pensar que te van a dar un servicio personalizado en una feria. Si todos pudieran entrar, y comer sentados, Mistura debería ser del tamaño de Lima.
Y como dice Gastón, quien sabe, dentro de unos años Mistura sea eso, del tamaño de nuestra ciudad. Por que Mistura es una de esas ideas que ha nacido para ser grande

miércoles, setiembre 8

Carpas

Este sábado iré a ver "Quidam" del cotizado Cirque du Soleil con espectativas gigantes. Pero esto me recuerda que cuando yo era pequeño, uno no se hace el muy electivo para ir a espectáculos familiares.
Estoy seguro que mi primer contacto con el circo, esa carpa sucia pero colorida, llena de payasos y malabaristas, de leones y elefantes, fue en Chiclayo de pequeño. Como ya deben saber, hasta el cansancio, soy de Chiclayo y allí los circos que llegaban eran humildes. Muchas veces con nombres estrambóticos, pero circos accesibles, pero en el fondo, es lo que había y era suficiente para entretenerme.
Mi mejor recuerdo es que una vez fue a Chiclayo, y esto es muy raro, un espectáculo de "Los Picapiedras On-Ice". Ese tipo de espectáculos que vienen con merchandising oficial, gaseosas en ostentosos vasos con publicidad, etc. Fue inolvidable, la verdad es que no recuerdo el show, más recuerdo el hecho en sí de la carpa o el merchandising, pero el hecho de algo más elaborado al circo raquítico y silvestre al que estaba acostumbrado me marcó.
No volvió a llegar otro espectáculo de ese tipo, a pesar que tuve noticia de que en Lima habían traido a "Disney's Aladdin On-Ice" (o eso me hicieron creer).
En Lima todo era diferente, más elaborado y caro. Pero eso no hacía que una vez al año, en Julio -fiestas patrias, la época de los circos- mis padres nos llevaran a algún circo, como "El Circo de los Hermanos Fuentes Gasca", "El Circo del Señor Barriga" o hasta el "Circo de Parchís". Luego los circos perdieron su brillo, más veníamos a Lima de shopping que para otra cosa. Y llegamos a esta semana, a pocos días de ir a "Quidam", con las espectativas por los cielos y muchas ganas de ver un circo de verdad