domingo, abril 27

2x1


Entre viejos spots que promocionaban la última espada de moda a 5,000 soles (soles de los antiguos) Carlos Carlín y Johanna San Miguel crean un ambiente bizarro, estilizado y a la vez muy divertido, y es que, aunque muchas de las publicidades que ellos pregonaban eran de tiempos en la que yo no tenía uso de memoria (o simplemente no existía), yo seguía riendome de lo lindo.

Y es que el humor de este par de idiotas (con mucho cariño, eh) es una oportunidad para reírnos de nuestras propias vidas. El consumo, el tema de esta obra, esta muy bien reflejado de una manera peruanísima. Una licuadora Miray chinita chinita peleandose con una cocina Kennmore alemana heil por que Romel (uno de los pobres asistentes a la obra que terminaron siendo torturados) para ver quien se ganaba con un pasaje directo a su cocina. O una orgullosa peruana pituca conversando con una chilena poh sobre la última compra chilena poh. O una dama san isidrina con su esposo hablando sobre Juan Diego Flores (y una espina de pescado).

Creo que es un show recomendado para peruanos mayores de 25 años, no por que haya un contenido impropio si no que simplemente los menores no entenderán mucho de los antiguos jingles publicitarios.

viernes, abril 25

Diagnóstico: Cuadro de estrés


Hace cuatro días amanecí con mi mandibula pegada a mi máxilar superior, pues en términos más simples: no podía abrir la boca. Ese día sufrí para cepillarme los dientes y desayunar fué una sensación horrible. Cada vez que habría la boca, me aterraba pensar que sólo la podía abrir unos cuantos centímetros. Pues ese ha sido mi panorama desde hace un par de días, hasta que ayer inocentemente traté de realizar nuevamente ese ejercicio de estirar la mandíbula y clic, sonó mi artículación temporo mandibular y mi mandibula cedió un poco (maldito el día en que comenzé a estudiar estomatología).
Hoy fui a ver a la doctora Alegre (que es buenísima gente y fue la que me hizo la operación del frenillo lingual), le comente mis sintomas, me palpó el cóndilo de la mandíbula y me pregunto si estaba algo estresado últimamente. Yo le dije que sí, y ella me explicó que lo que tenía era una especie de trismus temporal debido al colapso de mis músculos.
Me explico que cuando dormimos, descargamos la energía de todo el día, teníendo un ligero movimiento en los díenes (y que algunas personas tienen ese movimiento como una patología que es el bruxismo). La cosa es que cuando uno está estresado no realiza ese movimiento. Esto hace que no desfogues tu energía y a la mañana siguiente tengas ese problema de mandibula, sieentas que no has descansado bien, etc.
Ha sido mi primer cuadro clínico de estrés de toda mi vida, supongo que la veía entre intrigado y divertido. La doctora Alegre es muy buena gente y me ha recomendado unos paños calientes en las noches tal como me debí poner los hielos el día de la frenectomía y hacer ejercicios de apertura. Y, sobre todo, relajarme.

jueves, abril 17

Aprendiendo a caminar


Imagen ro bada a Robotov
De vez en cuando siento que no estoy en el lugar correcto, no hago las cosas que quisiera hacer, ni tener las cosas que quisiera. No estoy haciendo lo mejor que puedo hacer, por que simplemente me quedo pensando en lo que sería mejor y no en lo que hago. Me quedo pensando en los hubieran y no en los son.
¿Son tan difíciles de ver esos errores?
Pues ya has comenzado, simplemente sigue caminando.

sábado, abril 12

Eric alcalde 2008


Estaba revisando SkyScraper Forums viendo que hay de nuevos en proyectos comerciales de cualquier índole en Perú (por ejemplo el Westin Libertador Lima que será el nuevo edificio más alto del Perú o que Ripley por fin llega a Chiclayo) y se me ocurren dos cosas:

Una es que la Catedral de Chiclayo debería ser iluminada, de la forma que se ha iluminado la Catedral de Lima o la Basílica Menor de Trujillo. Y se me ocurre eso, por que la Catedral Chiclayana es bellísima, y en la noche se podría aprovechar más si estuviera iluminada. Claro que en el foro agregaron que era una buena idea, pero se necesitaría un consenso de autoriadades, cosa que se ve difícil (odio a Beto Torres). Esto me pone apunto de organizar una campaña pro recuperación de la Municipalidad/Iluminación de edificios históricos, etc.
Mi idea sería iluminar cosas como la Catedral, Municipalidad (si existiera algo que iluminar xD), el Cine Tropical y demás edificios alrededor del Parque Principal de Chiclayo. También se podría iluminar los monumentos, como el de Quiñones, Elías Aguirre, y (xq no dada su proximidad a la zona malls) el de Eloy Urreta. También iluminaría la cosa esa de las Musas, que es ya parte de la identidad chiclayana (para bien o para mal).
La otra cosa es que me enteré que la catedral se llama Rose Meridionale, que por cierto me parece un nombre genial (y snob, pero es que a mi me gustan esas cosas xD) ya que Santa María de Chiclayo Catedral me suena... bueno de un menor nivel de Rose Meridionale... ¿Se imaginan un cartelito elegante que diga Catedral Rose Meridionale?, y por elegante, me refiero a REALMENTE ELEGANTE, no esas tonteras que han puesto alrededor de Chiclayo con señales de tres metros de largo en ese azul raro... ¿En que ciudad -si quiera del Perú- hacen esas barbaridades?

martes, abril 8

Las humitas de mi abuelita [Comida personal]


Mi abuelita paterna hacía una humitas riquísimas, cada vez que llegabamos a la casa de mis abuelitos, sea de mañana o de noche, lloviera o hiciera sol, siempre, siempre, ella nos recibía con unos platos de humitas, mote, huevos duros, panes serranos, rosquitas ("todo de Tacabamba" solía decir mi abuelita), arroz calentado y una taza de café pasado (el único café que me gusta, salvo el Moka Blanco de Starbucks xD).

Ella se sentaba en la cabeza de la mesa y mi abuelito siempre a su derecha. Los demás nos acomodamos como sea, aunque los mayores siempre más cerca de los abuelos. Al ser hombres, mis dos hermanos y yo, teníamos una "preferencia" curiosa: siempre nos servían la comida (llamadlo machismo, pero en la casa de mis abuelitos -como en cualquier casa de provincianos en el Perú- los hombres casi no ayudaban en cosas de la cocina), aunque al menos nosotros siempre que andabamos ayudando a servir y recojer los platos por cortesía, mi papá era el único que nos hacía hacer cosas "extras" como moler el maíz para hacer humitas (incluso una vez nos hizo barrer el patio de los abuelos, pero vino nuestra abuelita y nos dijo que dejemos de hacerlo).

Al sentarnos todos, mis abuelitos se ponían a conversar con nuestros papás y nosotros comiamos en silencio, de vez en cuando la abuelita nos miraba y preguntaba "como iban sus cholitos", mi papá decia que bien, nos recomendaban estudiar y seguían conversando... nosotros seguiamos comiendo y a cada rato nos decían cosas como que nos sirvieramos otra humita, más arroz o otro huevo. Yo al menos me comía como cinco humitas, pero mi papá siempre lograba ponerme una más en el plato, que yo comía resignado (pero contento).

Cuando mi abuelita murió, mi abuelito reemplazo su lugar a la cabeza de la mesa. Trataba de organizar las mismas atenciones siempre que podía, pero el sabor de las humitas ya eran diferentes.

sábado, abril 5

Del norte su cocina (Comida peruana, parte II)


Dicen que Lambayeque es la capital de la gastronomía, tan vez exagero... pero tienen que venir al norte para comprobarlo. Si en Lima proliferan los restarantes de primera categoría allá, en mi terruño, la comida es riquísima y no tiene por que costarte tanto (Salvo que se te antoje comer en el Huaralino que es buenazo).

Pues, comencemos con mi plato favorito: El cabrito combinado (que no es nada comparado con la cosa esa limeña), una carne tierna con arroz y menestras que son mi plato obligado en cualquier restaurante. Aunque no sólo eso, tienes Arroz con Pato a la Chiclayana, Causa Ferreñafana, y los platos marinos que mencioné en el otro post.

Por cierto, que Lambayeque no es él único sitio que recomiendo para comer en el norte, en Piura tienes platos como el seco de chabelo y la mala muerte; y en Trujillo... bueno... la ciudad es bonita :).

martes, abril 1

Por el estómago se conquista a un peruano (Cocina peruana, parte I: Comida marina)


La gastronomía peruana es algo, bueno no es algo, es "El algo"... o al menos eso decimos, pensamos y comemos los peruanos (es que pensamos con la barriga). Y es que sólo nosotros, que somos herederos de un crisol increíble de culturas (es decir una chanfaina de culturas), podemos jactarnos de tener una cocina tan rara, diferente, pero a la vez tan deliciosa (perdonden la modestia).

La cosa es que si comienzo a hablar de las comidas peruanas me va a dar, inevitablemente, hambre... y bueno... morirse por querer comer un Tacu Tacu a lo pobre sabiendo que no lo puedes comer en un futuro próximo es un crimen. Por lo que entre que quiero y no, voy a seguir este post xD.

Comenzemos con el rey de los platos peruanos, y aunque vengan a decirme los demás latinoaméricanos que no es algo propio, el cebiche es el plato más peruano que puede haber existido jamás. Con su limón, pescado, sal y (aunque a mi no me gusta) ají, el limón conqusita el paladar de todo turista que venga a comer a mi terruño. Y esto me lleva a algo que es considerado como un crimen por muchos: comer cebiche sin ají.

Y es que decir "pero sin ají, por favor" es lo más raro que puedes hacer cuando vas a una picantería (restaurante de comida marina, adivinen de donde sale el nombre), pedir un cebiche sin ají es como comer un bróccoli sin aliño o mayonesa: lo puedes comer pero no tiene sabor (o eso es lo que creen), pero a mi no me importa y siempre pido mis cebiches de conchas negras de Tumbes (es un pecado no probar uno de esos negros platos) y el de toyo sin ají nomás.

Otro de mis platos favoritos es el chicharrón mixto, el cóctel de camarones, y los sudados. Siempre acompañados por su fiel guarnición de arroz, choclo, yuca y camote. Y una oración aparte merecen las tortitas de choclo, que convinadas con el jugo del cebiche de conchas negras son una bendición.