domingo, agosto 3

El post en el que no me dan un autógrafo


Yo iba tan feliz, hasta que me topé con el pabellón de Santillana, otra vez allí lleno de libros, salvo que esta vez estaba cerrado. Me acerqué todo cuidadoso y escuchaba a la gente reclamar, que era imposible que todo este programado para las 6 y ya no haya cupo, que en El Comercio dice, que yo quiero un autógrafo de Mario Vargas Llosa, es Mario Vargas Llosa!, si, pero el señor ya esta viejito y no lo puedes tener horas de horas dibujando su firma por que tú quieres, pero deberían avisar, no?, lo que quieres tú es el libro o un autógrafo?, pero estoy acá desde temprano!, etc...

Yo desde ese momento me sentí indignado, como muchos otros. Venir hasta acá (por tercera vez) sólo para que la leyenda viviente de la literatura peruana nos firme un libro y no recibir nada, también senti algo de indignación por lo que dijeron de que Vargas Llosa esta viejo, pero bueno... solo atiné a darme vueltas por ahí, ver cosas, me compré el libro de El Conejo de Viaje de Liniers de completo despechado y decidí irme, que no podía hacer nada, ni me dejarían hacer lo que yo quería hacer (pedirle al Sr. Vargas Llosa un autógrafo). Salí del lugar y justo antes de llegar a la rampa de los estacionamientos decido regresar.

¡Que diablos, quiero un autógrafo de Mario Vargas Llosa! y regrese.

Lo primero que hice fue comprarme un libro de Vargas Llosa... XD, La tía Julia y el Escribidor, lo compré por sentimentalismo, por que fué la primera novela que lei de él. Y me dispusé a colocarme en la puerta del auditorio Ricardo Palma dónde estaba él dando una conferencia a una caja prefabricada repleta de fans de Vargas Llosa. Se escuchaba su voz, y mientras que escuchaba me ponía a pensar de cuanta Vargas Llosamanía él solo podría generar. En todos lados se comercializaba a Vargas Llosa. La gente desesperada por comprar un libro suyo. 40% de descuento. Y yo me imaginaba como el escritor que nunca seré. En eso terminó la conferencia, todos aplaudieron y minutos de pánico se vivieron en los exteriores tratando de saber a donde se iba nuestro gran escritor. Todos corrían, y Vargas Llosa salió en un vehículo de lunas polarizadas. "Pero no se preocupen come todas las mañanas en el San Antonio" dice una señora "en el San Antonio de 28 de Julio".
Por cierto, yo responsabilizo a El Comercio ante todo: o no debería haber dicho nada o debió haber especificado algo, no sé, ellos tienen la culpa XD. Estoy apunto de escribirles una carta con un "me siento indignado por que el evento que uds promocionaron con tanto ahínco fue una mafia donde personas desde las 4 de la tarde tenían un pase que los hacia merecedores circunstanciales de un autografo" pero no veo una razón lógica, lo único que sé es que tienen la culpa. Toda la culpa de que no tenga mi autógrafo de Vargas Llosa y la cargarán hasta el fin de sus días :(

1 comentario:

Alex Maladroit dijo...

Yo sigo con Lovecraft, ahora con El caso de Charles Dexter Ward, te dejo un enlace amix:

http://es.wikipedia.org/wiki/El_caso_de_Charles_Dexter_Ward


Deberías leer En el camino, de Jack
Kerouac.